Somalia: Nos hemos vuelto gilipollas
El Consejo de la juventud de Euskadi EGK
China la nueva amenaza contra la libertad IV
Pese a ser país productor, China importa más del 50% del petróleo que consume. Conforme su economía vaya creciendo su demanda de crudo será mayor, mientras que su producción anual de crudo tenderá a disminuir. Por tanto podríamos ponernos en un escenario en el que en 2015 China importe 3/4 partes del petróleo que consume, de los cuales un 65% llegarían de Oriente Medio. Es decir, que su economía y su poder militar serían absolutamente dependientes del crudo que reciben desde el exterior y, particularmente, del que reciban de los países árabes.
Pues bien, la mayoría de las importaciones de petróleo chino van por el mar y ese es su talón de Aquiles. Que las rutas internacionales de los petroleros que transportan el crudo desde Oriente Medio pasan por el mar de la China y por el estrecho de Taiwán hasta llegar al puerto de Fuzhou, desde dónde se bombea el crudo al resto del país.
El problema para los chinos es que en un escenario de crisis estarían a merced de la US Navy, que tiene presencia militar en el estrecho de Taiwán, y que mediante un sencillo bloqueo dejaría sin aprovisionamiento de combustible al gigante asiático.
Los chinos lo saben, y están muy preocupados porque son conscientes de que mientras Estados Unidos mantenga una presencia militar en Taiwán, y su Navy siga siendo el primer poder naval mundial sus abastecimientos de energía estarán comprometidos, y con ello cualquier posibilidad de salir airosos de un eventual enfrentamiento con Estados Unidos
Por ello, los chinos han aumentado espectacularmente sus gastos de defensa, y están impulsando urgentemente oleoductos que, bien desde el Caspio, bien desde Siberia, tengan la capacidad suficiente de transporte por tierra para asegurar que en caso de bloqueo naval, su economía no quede colapsada. Su mayor temor es quedar en una situación similar a la de Japón antes de la Segunda Guerra Mundial, bajo un bloqueo económico norteamericano y sin acceso al petróleo.
Los americanos, por supuesto, también lo saben y esa es la principal razón por la que no van a mover un pie de Taiwán. Para contener al gigante. Y los chinos ante esto y no pudiendo ser de otra manera, se dedican a...
China la nueva amenaza contra la libertad II
Ahora bien aquí está la diferencia China utiliza su poder de veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (UNSC) como arma negociadora y mercancía política, acercándose a países que tienen petróleo y problemas con la Comunidad Internacional.
Los regímenes autocráticos menos amigos de los derechos humanos quieren tenerle a su lado y se aseguran de ofrecerle acuerdos de petróleo y gas sin precedentes por favorables, para que garanticen su seguridad. De este modo, los chinos han venido traficando con la legitimidad de la ONU conforme a sus intereses en varias ocasiones durante los últimos años, destruyendo los valores y la credibilidad de la organización - si es que le quedaba alguna, aunque eso es otra historia - y voy a exponer un caso flagrante del uso criminal e irresponsable de su poder de veto para evitar sanciones o intervenciones de tropas de peacekeeping en países que están perpetrando genocidios o actos violentos de represión hacia su propia población.
África: concretamente a un territorio entre la frontera sudaní y la chadiana llamado Darfur, que se encuentra en guerra desde el año 2003.
El conflicto estalla cuando dos pueblos luchan por el control de las escasas reservas de agua de la zona, y se acrecenta cuando el Gobierno sudanés, de mayoría árabe musulmana, comienza a proveer con armas y material de combate a las milicias árabes y en particular a los Janjaweed, para que masacren al ejército de liberación de Sudán, negros musulmanes. El conflicto se perpetúa porque los rebeldes son a su vez armados por el vecino Chad, que acababa de salir de una guerra civil y tenía stock de armas, a quien le interesa desestabilizar a su vecino poderoso. Por el otro lado, el ejército sudanés comienza a combatir al lado de los Janjaweed. El conflicto adquiere entonces tintes de genocidio, ya que las represalias de los Janjaweed auspiciadas por el propio gobierno de Sudán fueron terribles, una auténtica limpieza étnica: 400.000 muertos, dos millones de personas desplazadas a campos de refugiados y miles de poblados y aldeas reducidas a cenizas.
En 2004, las Naciones Unidas estaban determinadas a intervenir cuanto antes cortando la represión de raíz para evitar algo parecido a la masacre de Ruanda de 1994, en la que no intervinieron cuando pudieron haberlo hecho y ahora los 800.000 muertos cargan sobre sus ya demasiado desgastadas espaldas. Con extrema celeridad se elaboró un proyecto de resolución, la que establecía el envío de 26.000 cascos azules al terreno, y que habría puesto fin a las matanzas, como ya hicieran, por ejemplo, poniendo fin a la guerra en el Sahara entre Marruecos y el Frente Polisario en los '90 o en Haití en los '00. Sin embargo, China bloqueó toda tentativa de resolución en el UNSC, y esta resolución tan necesaria no pudo aprobarse. Tampoco la siguiente, ni la siguiente, ni la otra. Y así hasta nueve veces con nueve resoluciones distintas hasta que el 31 de julio de 2007 el UNSC consiguió arrancarle la UNSCR 1706, tres años más tarde, cuando las cifras de muertos en Darfur ya se contaban por varios cientos de miles y la de refugiados por millones:
Hu Jintao y el presidente de Sudán Al Bashid en 2007
Durante esos tres años China no ha apoyado ni una resolución del UNSC sobre Darfur para poner presión al gobierno sudanés. De hecho, ha hecho exactamente lo contrario, intentando debilitar las propuestas de los otros países sobre Darfur, retrasándolas y criticándolas mediante la amenaza del veto. Incluso en las resoluciones no vinculantes que se acordaron al final sobre el “espíritu de compromiso” de intentar cambiar la situación, China se abstuvo. En 2004, cuando se discutía un embargo de armas en Sudán, China sólo aceptó someter a un embargo de armas a la región de Darfur, argumentando que el resto de Sudán está separado de la crisis de Darfur. Así se hizo en la declaración 1556, en la que sólo estaba prohibida la venta de armas a Darfur, pero no al gobierno de Sudán, que es quien abastece de armas a una de las dos partes del conflicto. Esto hizo tremendamente difícil detectar incumplimientos en la resolución. Tras tres años en liza, el UNSC consiguió sacar adelante la UNSCR 1706 porque China se aseguró de que la resolución no contemplara medidas sancionadoras o punitivas contra Sudán. El gigante asiático ha forzado la situación hasta el punto de que Darfur está reconocido como genocidio por instituciones, gobiernos, medios de comunicación y ONGs, pero no por la ONU.
China no sólo es directamente responsable de perpetuar una situación de genocidio, sino que además es el mayor proveedor de armas del gobierno sudaní. Un informe de Amnistía Internacional acusa a Rusia y China de vender a Sudán armamento y municiones, aportando fotografías de aviones chinos clase Fantan operando en Darfur.
La clave
Desde los años '90 las empresas occidentales han venido abandonando el país por su inestabilidad y por su decreciente respeto de los derechos humanos. La avidez de petróleo chino ha proyectado la situación contraria: Sudán exporta a China el 70% del petróleo que produce. Además, el gobierno chino es el máximo accionista (40%) de Greater Nile Petroleum Company, la petrolera más grande de Sudán. Y China es es el máximo inversor en el país y también su mayor socio comercial. Ambos países están contruyendo oleoductos y refinerías en suelo sudanés. Sólo en los años 90 China invirtió 10.000 millones de dolares en el país, y cada año se le conceden millones de dólares en créditos sin intereses para proyectos de infraestructuras.
El PSOE y sus colegas yihadistas II
La respuesta no se hizo esperar: Si alguien no cumple con la estrategia electoral del gobierno, paga los platos rotos. Esto es lo que le ha pasado a Andrés Navas ex-comandante del Mando de Operaciones (MOPS) responsable directo de las tropas de Afganistán, que fue destituido al día siguiente de hacerse público el combate librado entre tropas españolas y varios terroristas-talibán. Calificados inicialmente por el gobierno como “delicuentes comunes”. No es la primera vez, en marzo de este año tras un atentado suicida que costó la vida a dos soldados españoles Chacón destituyo al jefe contraterrorista del CNI.
Una estrategia iniciada en el 2004 que ha dejado a las provincias de Herat y Badghis abandonadas a su suerte, permitiendo que talibanes y bandidos campen a sus anchas. Una estrategia infernal para nuestras tropas que se vieron forzadas a ceder todo el territorio a sus enemigos, comenzando a encajar ataques directos en el 2006. Ataques que ya se han cobrado la vida de seis soldados españoles y que, tras las elecciones afganas, se han intensificado.
Los últimos ataques sufridos y el empecinamiento del Gobierno en no reconocer que se enfrentan a una guerra ha acabado por minar la moral de nuestros chicos. El principal foro del Ejército echa humo desde la semana pasada. Coroneles, sargentos, comandantes, soldados, suboficiales, subtenientes... se han lanzado a internet para colgar reveladoras fotografías y denunciar lo que ya denunciaron el pasado viernes la Asociación Unificada de Militares Españoles y la Asociación de Militares Españoles: que la misión en suelo afgano no es precisamente "de reparto de caramelos".
El hecho es que Afganistán se está poniendo al rojo vivo, algo peligroso para un gobierno que llegó al poder con el eslogan del “no a la guerra”.
El PSOE y sus colegas yihadistas
El propio jueves la realidad desmintió a la ministra: En una acción de guerra, tras seis horas de duro combate, nuestros soldados eliminaron a 13 terroristas talibanes.
Estamos metidos en una guerra que hace muchos años nos ha sido declarada, lo que podemos escoger no es si la libramos o no, solo si tenemos la determinación necesaria para derrotar a nuestros enemigos o si por el contrario cedemos terreno y esperamos. Si algo nos ha enseñado la historia reciente de forma sangrienta y debemos reconocerlo, es que el mundo es cada vez más pequeño y lo que sucede a 20.000 km de distancia, mañana puede tener consecuencias a la puerta de nuestra casa.
Por eso, no decir lo que pasa en Afganistán, ocultarlo, ceder terreno ante los talibán y pedir a nuestros militares que no entren en combate y lo rehúyan es una irresponsabilidad enorme. El yihadismo es una ideología totalitaria de corte antiliberal que supone un riesgo contra nuestra seguridad, se establezca donde se establezca.
Esperemos que siga aumentando paulatinamente el número de nuestros chicos en Afganistán.
China la nueva amenaza contra la libertad
Su modelo de crecimiento expansivo, con unas tasas estratosféricas de crecimiento anual y su firme determinación de erigirse en una potencia de primer orden no hacen sino agudizar este problema. La opción de no luchar por el petróleo no es viable, ya que sin petróleo no hay producción y sin producción no hay economía, por lo que sólo le queda una opción: batallar por el oro negro. El problema es que para ello tiene que pasar por encima de Estados Unidos, el primer consumidor mundial de crudo y su principal rival energético, que además ha establecido su abastecimiento de petróleo como una prioridad de seguridad nacional, objetivo que pasa necesariamente por contener a China.
Este año el presupuesto militar Chino será superior al total gastado por todas las naciones de la U.E y sigue aumentando su gasto en defensa año tras año auna velocidad desorvitada.